Un certificado médico que verifique el padecimiento de la pérdida
auditiva y la índole de la misma y un carné especial dispensado
por la Seguridad Social son los dos requisitos imprescindibles para
poder acceder a las ayudas con que el gobierno japonés intenta
afrontar los elevados costes que limitan la posibilidad de acceso a
los audífonos de un porcentaje nada desdeñable de la población.
Aunque las ayudas concedidas dependen del grado de pérdida auditiva
y de la localidad en que se soliciten, en líneas generales las
oficinas locales de la Seguridad Social suelen aprobar el pago del audífono
preferible aunque su coste supere la cantidad de ayuda asignada a un
caso concreto. También se puede acceder a estas ventajas económicas
en la adquisición de audífonos a través de otros
planes de ayuda orientados a la población anciana e infantil,
así como a personas que padecen problemas de sordera a consecuencia
de los trabajos que realizan.
Pero el gobierno de Japón no limita su apoyo a estas interesantes
concesiones económicas sino que va más allá y ofrece
igualmente exenciones tributarias para los tratamientos médicos
siempre que dicho tratamiento quede registrado a través de una
receta escrita.