El
99´7% de los niños nacidos en Cantabria en 2003 fue sometido
a una prueba de detección de la sordera según las pautas
establecidas por el Programa de Detección Precoz de la Sordera
implantado por la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales
en 2001.
De los casi 5.000 bebés sometidos a estudio, 243 fueron remitidos
al otorrinolaringólogo ante la sospecha de que pudieran padecer
algún déficit auditivo de mayor o menor grado. Tras realizárseles
un estudio más exhaustivo se detectaron problemas de audición
en trece bebés de los cuales ocho tuvieron que ser sometidos
a diferentes tratamientos.
Gracias al programa, el 57% de los casos se diagnosticaron antes de
que los afectados cumplieran los tres meses de edad, y el 100% antes
de que alcanzasen los seis meses. La eficacia de este sistema de detección
precoz radica en la aplicación de tratamientos adecuados lo antes
posible de forma que los niños tratados lleguen a desarrollar
el lenguaje en una medida similar a la alcanzada por niños oyentes
evitando así una degeneración hacia la tartamudez.
Para los promotores del programa de detección precoz auditiva
el éxito del mismo radica en la estrecha colaboración
que, en su desarrollo, implica a pediatras, otorrinolaringólogos,
neurofisiólogos y personal de enfermería.
Ahora el objetivo que se plantean quienes suscriben el eficaz método
es mantener los elevados índices de participación entre
la población, aumentar el seguimiento de los niños de
corta edad y mejorar el sistema de registro en los centros sanitarios.