Una
media de
33 neonatos por día, o lo que es lo mismo
12.000 bebés al año nacen con algún
tipo de pérdida auditiva. Tan astronómica cifra trae de
cabeza a pediatras y otorrinos de todos los estados del país anglosajón
que enfatizan la importancia de la detección temprana. En este
sentido cabe destacar la excelente labor de concienciación social
y estatal que ha favorecido el aumento de exploraciones auditivas en un
18% en 2003, frente a los porcentajes estimativos del año precedente
y según los datos obtenidos por la
Nacional Campaign Hearing Health.
El significativo salto en cifras guarda relación directa con
los notables esfuerzos que al respecto han hecho los estados más
grandes. Es el caso de Nueva York donde se ha logrado pasar
del 17% de exploraciones auditivas neonatales en 2002 al 95% en 2003.
El médico pediatra y ex - presidente de la Academia Americana
de Pediatría resalta el interés de este avance: "Actualmente,
la mayoría de los bebés están siendo explorados
por lo que tenemos que asegurarnos de que los médicos responsables
de los primeros cuidados al recién nacido estén debidamente
informados y preparados para ayudar a los bebés con pérdida
auditiva detectada en este proceso tan importante".
La detección y tratamiento precoz de las discapacidades
auditivas favorece el normal desarrollo de la capacidad del habla y
del lenguaje en los niños afectados; en ocasiones les permite
incluso seguir un ritmo equiparable al de los niños libres de
problemas auditivos.