Mas
de 800 personas con problemas auditivos de diferente gravedad acudían
regularmente a este
Centro de Desarrollo ubicado en la
C/ Alta de Santander, un local destinado a la formación, el empleo
y la mejora de la calidad de vida de las personas sordas de Cantabria,
al norte de España. Allí recibían ayudas de intermediación
laboral, cursos de formación de LSE para familiares y profesionales,
cursos de habilidades sociales, lecto-escritura, gestión de ayudas
técnicas, etc.
Ahora todas estas actividades y el correspondiente esfuerzo que su
realización conllevaba, han quedado bruscamente interrumpidas
debido a la reciente clausura del local, una circunstancia de la que
la Federación de Personas Sordas de Cantabria
hace responsable a las autoridades provinciales y locales, ya que la
Consejería de Sanidad ha reducido sustancialmente las ayudas
económicas al centro durante los dos últimos años.