Basándose
en el exhaustivo informe presentado y expuesto por el británico
Malcolm Bruce, la
Asamblea Parlamentaria del Consejo
de Europa ha reconocido en su sesión de primavera la necesidad
imperiosa e imprescindible de reconocer la Lengua de Signos como medio
fundamental de comunicación e integración social de las
personas con discapacidad auditiva, ya que les permitiría acceder
más fácilmente a los sistemas de justicia, educación
y empleo.
Pero la Asamblea ha ido más allá e, implicándose
con esta causa de relevancia creciente, ha hecho hincapié en
la importancia de realizar estudios detallados sobre las necesidades
específicas del colectivo sordo que permitirían desarrollar
políticas específicas y eficaces al respecto en un futuro
más o menos cercano.
Potenciar la formación de intérpretes de Lengua de Signos,
enseñar esta forma de comunicación a las personas sordas,
formar a profesores especializados en discapacidad auditiva, ampliar
el uso de subtitulación adecuada en las cadenas de T.V, poner
las nuevas tecnologías al servicio de las personas sordas"
son algunos de los aspectos concretos a los que la Asamblea Parlamentaria
ha hecho referencia, animando al Comité de Ministros a potenciarlos
entre los estados miembros de la UE.
Se trata en definitiva de elaborar un nuevo instrumento jurídico
que proteja el derecho de las personas sordas que se comunican
a través del lenguaje signado porque, como apunta Bruce en su
informe, aunque "el número de niños sordos disminuye,
la proporción de personas sordas aumenta con el envejecimiento
de la población y es la Lengua de Signos la que les ayudará
a mantenerse en contacto con el mundo exterior"