Lunes, 20 de Marzo de 2006 - Interés General
Alta Incidencia de Sordera en Preescolares


Aunque en Chile no hay estadísticas precisas, se calcula que entre uno y tres de cada mil nacidos vivos sufre de hipoacusia o un déficit en la audición, severa o profunda, cifra que aumenta cuando se trata de sordera moderada. A esto se suma que entre el 30 y 40% de los niños chilenos presenta retraso del lenguaje y dificultades en el aprendizaje. Estos trastornos podrían estar relacionados, en algunos casos, con la incapacidad para oír adecuadamente”.

Así lo señala la pediatra de la Universidad de Chile, Luisa Schonhaut, quien señala que las causas de la hipoacusia son variadas en los niños: algunas son congénitas, y otras son adquiridas, por lo tanto, se desarrollan a lo largo de la infancia. En el caso de las hipoacusias adquiridas las más frecuentes son las que afectan al oído medio, y están asociadas a las otitis media recurrentes. Sin embargo, “en todos los casos una detección oportuna garantizará a los niños un tratamiento adecuado para prevenir la falta de estímulo auditivo”, sentencia la profesional.

Para abordar este problema de salud en los últimos años se han implementado políticas sanitarias orientadas a los neonatos y a los alumnos de kinder y primero básico. De hecho, el plan AUGE incorporó la detección de hipoacusia en recién nacidos prematuros que tienen mayor riesgo de sordera.

Sin embargo, con esta medida lamentablemente sólo se está cubriendo al 50% de los niños que serán sordos. “Si bien los que tienen más riesgo son los prematuros, con antecedentes familiares y que han sufrido de otras patologías durante el período de gestación, el otro 50% de los menores sordos no proviene de este universo. Por ello sería más que recomendable que se hiciera el tamizado auditivo a todos los recién nacidos, sin distinción”, recalca Corina Farfán, académica de la Escuela de Tecnología Médica de la Facultad de Medicina.

En tanto, a través de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), los profesores aplican una encuesta para detectar posibles problemas de déficit auditivo en los menores de kinder y primero básico que asisten a colegios municipalizados y subvencionados, lo que les permite derivarlos a un especialista.

Desafortunadamente los docentes basan su sospecha en las actitudes de los niños y en la monitorización de su desarrollo, siendo que la hipoacusia, sobre todo cuando es de menor intensidad y afecta sólo a uno de los dos oídos, puede pasar desapercibida.

“Un niño con hipoacusia leve alcanza a escuchar, aunque con dificultad, así que es complicado darse cuenta. Ello puede traducirse en que el menor sea tratado como alguien más lento, que le cuesta comprender, que pone poca atención en clase o es distraído, lo que le impide una socialización normal. Incluso, para los padres es difícil captar el problema”, explica Farfán.

FUENTE: CHILE.COM