Miércoles, 2 de Noviembre de 2005 - Comunidad
Construyen una controvertida ciudad para sordos

La ciudad no existe todavía, pero ya tiene nombre. Se llamrá Laurent, en homenaje a Laurent Clerc, el pionero francés del lenguaje por señas. Unas 125 familias, entre ellas varias extranjeras, esperan mudarse a una de las amplias y acogedoras casas que ocupan predios de 130 hectáreas. Es probable que luego aparezca el primer restaurante de comida rápida. Varias cadenas han manifestado ya su interés.

Una cosa es segura: quien quiera cocinar y servir en Laurent deberá dominar el lenguaje de señas, al igual que el futuro alcalde, los bomberos, los carteros y los basureros. El constructor Marvin Miller se propone crear la primera ciudad para gente sorda y con graves problemas de oído.

Se erigirá en medio de las praderas y montañas del estado norteamericano de Dakota del Sur. El terreno ya ha sido escogido, y Miller espera poner el primer ladrillo este otoño boreal.

Al comienzo serán un par de edificios, una gasolinera, una par de comercios y una escuela. Durante los próximos 20 años la ciudad crecerá imparablemente, según las previsiones. Miller piensa en 2 mil 500 habitantes, aunque habría lugar para 7 mil 500.

El constructor persigue este objetivo hace años, inspirado en su propia experiencia. Miller es sordo, al igual que su esposa, sus cuatro hijos y sus padres. Con la edificación, este hombre de 33 años afirma pretender que sea la comunidad de sordos quien diseñe su vida de acuerdo con sus necesidades, en lugar de dejar el trabajo en manos de la gente que oye.

"No hemos avanzado mucho hasta ahora en nuestra integración en la sociedad", dijo Miller, que lleva adelante este proyecto junto a su suegra, M.E. Barwacz. "Mis hijos no ven muchos ejemplos en su vida -alcaldes, directores de fábrica, empleados de correo o comerciantes (sordos)- . Así crearemos un lugar en el que podamos mostrar nuestra cultura y comunidad únicas", indicó.

El financiamiento del proyecto está asegurado, afirma Miller. Por un lado recurrirá a la fortuna familiar, y además existe un grupo de inversores que comparten su visión, apunta.

Pero también hay enemigos declarados contra la ciudad de los sordos. La Asociación para Sordos Alexander Graham Bell, con sede en Washington, insiste en que construir un enclave no es la mejor solución para integrar a los discapacitados auditivos en la sociedad.

"Creemos que es más útil para las personas ser parte del mundo entero", dijo el director de la organización, Todd Houston. Diferentes tecnologías de audición y modernos tratamientos han facilitado en los últimos 15 años la utilización del lenguaje, señaló".

Miller y Barwacz aseguraron que no les interesa la "exclusividad" de Laurent, sino la creación de un lugar donde todo el mundo pueda suponer que el resto de la gente entiende el lenguaje de señas.

Esto no significa, aclararon, que todos los futuros habitantes de Laurent deban ser sordos o tener dificultades de audición. Por el contrario, están ansiosos de recibir a padres que oyen con hijos sordos. "Yo soy una de ellos", dijo Barwacz.

FUENTE: TV AZTECA