Jueves, 18 de Agosto de 2005 - Comunidad
Derecho al silencio

En un centro comercial, un restaurante o un supermercado, no existe apenas ningún lugar donde no se escuche música.

En los grandes centros comerciales se controla la música desde hace ya mucho tiempo. Dejando a las pequeñas tiendas poca opción para elegir si quieren o no poner música, y a que volumen ponerla. La música de fondo está ahí para estimular el consumo.

Harald Fiedler esta harto de este continuo ataque a sus oídos. En 2004 fundó la organización “Pipedown the Right to Silence” (Derecho al Silencio), para luchar contra este ruido que Fiedler denomina polución acústica.

“La música cada vez más ruidosa en restaurantes y supermercados es sumamente molesta. Empezó en los años 70 y cada año es peor,” dice Fiedler. Cree que ya existe suficiente ruido por todas partes.

Fiedler está siendo respaldado por figuras destacadas como el ex­canciller alemán, Helmut Schmidt, el director británico Don Neville Marriner, el director alemán Kurt Masur, el pianista alemán y el director Justus Franz y el violinista nacido en Letonia Gidon Kremer. Todos ellos se han unido a la organización que preside Harald Fiedler.

Los estudios indican que más de un tercio de los consumidores consideran que la música es molesta. Con el tiempo, el ruido sostenido puede dañar la audición, llegando a producir pérdida de audición y tinnitus. Los audiólogos y otorrinos nos advierten de los efectos perjudiciales de escuchar música constantemente y nos aconsejan que demos un respiro a nuestros oídos con regularidad.

FUENTE: HEAR IT