Miércoles, 19 de Enero de 2005 - Ciencia / Salud
Ruido en las aulas

Las aulas no son el mejor lugar para un niño con oídos sensibles. A estos niños les molestará el ruido de los demás niños, que hablan todos a la vez y mueven las sillas para adelante y para atrás porque tienen que alcanzar el lápiz que se les ha caído al suelo, o simplemente, porque no pueden estarse quietos.

Un estudio realizado por la Universidad de Oldenburg en Alemania lo confirma, la mayoría de las aulas son demasiado ruidosas. Los niveles de ruido medidos durante una clase normal en una escuela primaria eran de 70 a 77 decibelios.

El ruido afecta negativamente a los niveles de concentración de los niños, un problema que es aún peor para los niños que sufren pérdida de audición de nacimiento. En contraste, el nivel de ruido máximo recomendado en un lugar de trabajo para evitar que se reduzcan los niveles de concentración es de 55 decibelios.

"Situaciones en las que niños con audición normal tienen que esforzarse para oír la voz del profesor debido al ruido de fondo, resultan una tarea casi imposible para un niño con discapacidad auditiva," dice Gerhard Hillig de la asociación para una audición mejor &aquot;Forum Besser Hören&aquot;. Tanto los padres como los profesores son los responsables de darse cuenta si el niño tiene problemas auditivos, y puede estar teniendo dificultades para seguir la clase.

Se tienen que tomar una serie de medidas para reducir el ruido y mejorar la acústica de las aulas, entre otras:

Utilizar parches de fieltro en las patas de las mesas y las sillas.
Realizar un mantenimiento periódico del mobiliario - reparación de cajones chirriantes, y de mesas y sillas con niveles desiguales.
Utilizar cortinas o persianas.
Usar recubrimientos de corcho y tablones de anuncios en las paredes.
Poner alfombras que filtren los ruidos.

FUENTE: Forum Besser Hören