Son muchos los especialistas que apuestan por una técnica de
cribaje auditivo en neonatos basada en otoemisiones acústicas
transitorias evocadas (OEAT). Sin embargo, los especialistas del hospital
canario han preferido optar por la combinación de esta técnica
con la de potenciales evocados auditivos de tronco cerebral (PETC) que
ofrece, en opinión de este equipo médico, "una información
más completa acerca de los problemas auditivos de la población
neonatal".Y es que los PETC proporcionan datos significativos acerca
de la integridad, maduración y sensibilidad de la vía
auditiva, amén de la información audiométrica pertinente.
Estas afirmaciones se basan en un reciente estudio coordinado de OEAT
y PETC realizado sobre 50 bebés remitidos desde el Servicio de
Pediatría del Hospital Universitario de Canarias. Todos tenían
en común el no haber superado la prueba de OEAT en dos exploraciones
previas. Así, se les somete al estudio de PETC al mes de nacimiento,
a los tres meses, al sexto y al noveno mes de vida hasta conseguir establecer
un diagnóstico definitivo para pautar el tratamiento adecuado.
A partir de la realización de estas pruebas, se pudo comprobar
que 23 (46%) de los 50 niños sometidos a estudio pertenecían
a la población de riesgo y los 27 restantes (54%) eran bebés
sin antecedentes familiares de hipoacusia neurosensorial, que tampoco
estaban incluidos en los grupos de riesgo que necesitan realizar examen
auditivo.
En definitiva, el PETC permitió corroborar el informe negativo
obtenido mediante otoemisiones acústicas transitorias (OEAT)
en 35 de los 50 niños estudiados, lo que supone la constatación
de la correlación entre ambas pruebas en un 70% de los bebés
estudiados.
La eficacia del PETC no la hace, sin embargo infalible; también
puede dar resultados falsos en función de los parámetros
fisiológicos que los influyen (maduración y sensibilidad
de la vía auditiva). Por esto mismo el examen combinado de las
dos técnicas es el que va a permitir un mayor control y vigilancia
de la población infantil en materia auditiva. Para una mayor
seguridad y eficacia, los expertos recomiendan prolongar la vigilancia
durante ocho o nueve meses para tipificar y cuantificar hipoacusias
no severas.
Los pormenores de esta investigación son producto del trabajo
aunado de los especialistas M.E. Campos, D. López Campos, B.
Pérez y D. López Aguado, del Hospital Universitario de
Canarias. Facultad de Medicina. Ofra. La Laguna. Tenerife.