Lunes, 29 de Marzo de 2004 - Avances
La combinación de técnicas mejora el diagnóstico en neonatos

Las otomisiones, los productos de distorsión y los potenciales evocados auditivos (o de tronco cerebral) son técnicas de diagnóstico precoz de gran similitud en lo que se refiere a eficacia en detección neonatal de sorderas moderadas, severas y graves. Tal analogía en su efectividad es comprobable a través de la comparación de sus resultados con los obtenidos a partir de la audiometría por refuerzo visual (ARV) a los 8 y 12 meses de vida. Además resultan igual de eficaces para determinar la audición a 2, 3 y 4 Khz.

No obstante presentan algunas diferencias en lo que a fiabilidad, tiempo de realización y costes se refiere, según explica Jaime Marco, catedrático de ORL y jefe de servicio en el Hospital Clínico de Valencia. Así, los potenciales evocados se revelan más eficaces para determinar la audición en la frecuencia de 1 Khz pero precisan más tiempo para su realización y su aprendizaje resulta más difícil. Por su parte, las otoemisiones no ofrecen información de las frecuencias más graves o dicha información aparece contaminada significativamente por el ruido del ambiente hospitalario o por la misma respiración del niño.

En cualquier caso, las tres técnicas y la ARV se muestran más efectivas cuanto más intensa es la sordera. En ninguno de los tres casos se supera el 4% de niños que son enviados al otorrino para estudios de sordera.

Para Marco, la asociación de pruebas aumentaría la fiabilidad del diagnóstico si bien encarecería notablemente el cribado de estos niños. Amén de esta posibilidad con sus pros y sus contras añadidos, el catedrático se muestra partidario del cribaje universal ya que "la mitad de los sordos que se descubren anualmente no tienen factores de riesgo, con lo que si no s e analiza a los niños con riesgo se pierde la mitad de la población"

FUENTE: ASOCIACION NACIONAL DE AUDIOPROTESISTAS