El significativo salto en cifras guarda relación directa con los notables esfuerzos que al respecto han hecho los estados más grandes. Es el caso de Nueva York donde se ha logrado pasar del 17% de exploraciones auditivas neonatales en 2002 al 95% en 2003.
El médico pediatra y ex - presidente de la Academia Americana de Pediatría resalta el interés de este avance: "Actualmente, la mayoría de los bebés están siendo explorados por lo que tenemos que asegurarnos de que los médicos responsables de los primeros cuidados al recién nacido estén debidamente informados y preparados para ayudar a los bebés con pérdida auditiva detectada en este proceso tan importante".
La detección y tratamiento precoz de las discapacidades auditivas favorece el normal desarrollo de la capacidad del habla y del lenguaje en los niños afectados; en ocasiones les permite incluso seguir un ritmo equiparable al de los niños libres de problemas auditivos.